sábado, 30 de noviembre de 2013

Tres, dos, uno... ¡grabando!

Cada interpretación es un reto nuevo y diferente, y esto es una de las cosas que más me gustan de este trabajo. Esto, poder abrir ventanas hacia mundos que ni siquiera sabía que existían y conocer personas que te dejan poso, te hacen ver la vida desde otra perspectiva distinta y me recuerdan que tengo muy poco de lo que quejarme. La interpretación de ayer lo tuvo todo; fue realmente una de las experiencias más gratificantes que he tenido como intérprete

Me avisaron, como es habitual, con menos de 24 horas de antelación: tienes que interpretar en la grabación de unas entrevistas a pacientes con espondilitis anquilosante, una enfermedad reumática autoinmunitaria crónica y sin cura que causa intensísimos dolores de espalda (de la zona lumbar, normalmente) y de otras articulaciones que merma sustancialmente la calidad de vida del que la padece. En muchas ocasiones aparece durante la infancia o la adolescencia, con las consiguientes repercusiones emocionales en una edad en la que lo último que quieres es sentirte diferente y no poder realizar las mismas actividades que tus amigos. 

Más información en http://www.espondilitis.es/ (el de la foto es el guitarrista de El Sueño de Morfeo, que padece esta enfermedad).

  
Para esta interpretación el cliente me facilitó una presentación sobre la campaña de concienciación que están llevando a cabo (y en la que se incluirán los testimonios que íbamos a grabar) y el guión de la entrevista en inglés. Yo lo traduje para llevar parte del trabajo hecho, me estudié a fondo la etiología y los síntomas de esta enfermedad y eché un vistazo a las páginas de las asociaciones de pacientes, que siempre tienen información práctica y van al grano, cosa útil teniendo en cuenta el poco tiempo de preparación del que disponía. Me quedó claro que esta enfermedad es mucho más que un dolorcillo de espalda crónico.


Vistas desde el estudio de grabación
Llegó el día de la grabación: el equipo técnico era británico y los pacientes entrevistados y los responsables de la campaña en España no dominaban el inglés, de ahí que fuera necesaria la presencia de un intérprete. Pero cuál no sería mi sorpresa cuando me dicen que mi papel va a ser el de entrevistadora: no solo formulo las preguntas a la paciente (sin entrar en plano) siguiendo el guión predefinido, sino que tengo añadir preguntas en caso de que considere que la respuesta es incompleta y, sobre todo, me doy cuenta de que tengo que conseguir que la paciente se sienta relajada, comprendida y a gusto para que el vídeo pueda transmitir optimismo y esperanza a los pacientes que lo escuchen. Después de repetir cada toma unas cuantas veces, me doy cuenta de lo difícil que es no aparecer envarado y artificial en cámara cuando has de contar la misma historia (que resulta ser TU historia) cuatro o cinco vez porque han llamado al timbre, al teléfono, ha pasado una ambulancia o la narración no ha fluido todo lo que debiera. Un diez para todos los que participaron.  
En un momento de la entrevista
Fue emocionante escuchar de primera mano los testimonios de gente que lleva conviviendo con el dolor desde su infancia o desde la adolescencia: años de infiltraciones, de brotes, de faltar al trabajo o al colegio, de incomprensión por parte de su entorno, narrado con la templanza y la madurez que dan un historial tan largo de médicos.
Pero de todos los testimonios, me quedo con el de Pablo. Doy su nombre porque él ha hecho público su testimonio para conseguir que gente que tiene los mismos síntomas que él pueda poner nombre a su enfermedad y detener su evolución, en la medida de lo posible (Se cree que en torno al 70% de las personas que tienen espondiloartritis están sin diagnosticar). Y porque él mismo pide explícitamente dar difusión a su historia.
Su relato emocionado y entusiasta, por haber dado con un tratamiento que le mitiga en buena medida el dolor tras 18 años de no dormir en condiciones, de sufrimiento y de diagnósticos inciertos, nos puso la carne de gallina  a todos, hasta a los británicos que no entendían lo que estaba diciendo. Este es un vídeo que grabó para otra campaña, pero merece la pena escucharle y ayudarle a difundir su mensaje.


Qué gratificante es mi trabajo (no siempre, claro).